Finalmente, el mayor temor del presidente se concretó a 135 días de que asumiera, porque la CLASE MEDIA, sin distinción de banderas políticas, se manifestó en todo el país plegándose a la Marcha Federal Universitaria, lo que implica una unificación de un sinnúmero de reclamos en un solo grito.
Mientras el presidente alardea de mantener el apoyo de quienes lo votaron en el ballotage y afirma que va a arrasar en las legislativas del próximo año, su mayor temor se materializó con la protesta universitaria que convocó no solo al estudiantado, sino también a diversos sectores sociales, PREVALECIENDO LA MARCADA PRESENCIA DE LA CLASE MEDIA.
Esta vez no han sido agrupaciones políticas, ni piqueteros, ni siquiera hay banderas representativas que sobresalgan, lo que se vio en la Plaza de Mayo es una multitud que superó las expectativas del gobierno, que durante las horas previas se dedicó a desmerecer esta expresión democrática, con un Adorni, el vocero presidencial afirmando que “la marcha universitaria está incentivada por la política», este vocero que repitió hasta el hartazgo que “NO HAY PLATA”, pero su sueldo acaba de ser llevado al doble al ser su cargo elevado a la categoría de Secretario de Estado.
Patricia Bulrich, en su paso por Paraná, se encargó también de desafiar a esta marcha diciendo “vamos a ver cuántos van”. La respuesta es 800 MIL personas, que se unieron para reclamar por una de las mayores conquistas y uno de los mayores orgullos de los argentinos: la educación gratuita de CALIDAD, accesible para cualquiera, para que TODOS tengan la chance de una formación profesional. Además, Patricia, amenazó con que a la marcha universitaria también se le aplicaría el PROTOCOLO antipiquetes. Pero la marcha MULTITUDINARIA dejó en ridículo a la ministra, ya que fue una marea humana incontenible.
Esta marcha que se replicó en las principales ciudades del país, y también en Entre Ríos, en ciudades como Paraná, Concordia, Gualeguychú y Concepción del Uruguay. En Capital Federal, el punto de partida fue la Plaza Houssay, para luego trasladarse al Congreso y finalmente a Plaza de Mayo, justo en un día martes, cuando Milei suele estar presente en la Casa Rosada, luego de la reunión habitual con su Gabinete. PERO ESTA VEZ SE FUE ANTES, esta vez no salió al balcón de la Rosada a saludar como se lo ha visto en algunas oportunidades donde desde el balcón agita su mano saludando no se sabe bien a quienes.
El presidente escapó para no escuchar el reclamo de la CLASE MEDIA, que le está diciendo BASTA a este modelo luego de apenas 135 días. Pero Milei, como es habitual en su conducta que poco ortodoxa para un mandatario, y que en algunos ya despierta manifiesta sospechas de algún dejo de locura, SE DEDICÓ A EMPRENDER UNA BATALLA CONTRA LA MARCHA UNIVERSITARIA A TRAVÉS DE LAS REDES SOCIALES. Milei prefirió ver la realidad a través de su celular, y no asomarse al balcón de la Rosada, y VER LA REALIDAD DE LAS 800 MIL PERSONAS CONGREGADAS EN CONTRA DE SU POLÍTICA DE AJUSTE, QUE LOGRA SUPERAVIT A COSTA DE HAMBREAR Y DESATENDER A LA POBLACIÓN. El primer presidente liberal libertario parece que se encamina a un futuro volátil, como el otro presidente que también padeció el levantamiento de la clase media, y se fue “volando”.b
LO QUE SE DIJO DURANTE EN EL ACTO:
La primera fue de Taty Almeida, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, quien expresó su apoyo a la educación pública y pidió «no bajar los brazos porque la lucha continúa». «Estoy en nombre de todas las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y de la mesa de organismos de derechos humanos. Pero además, no solo estoy como madre, sino también como docente porque yo también caí en la escuela pública. Hay que defender las enseñanzas públicas, las universidades, porque es uno de los derechos humanos el derecho a la educación», señaló.
«Este presidente dice que es una marcha política ¡Política es la vida! Pero no partidista. Y el que esté en los sindicatos es importantísimo porque ellos también gracias a la educación pública y gratuita han mandado y siguen mandando a sus hijos al colegio y a la universidad», agregó. Y concluyó: «No hay que bajar los brazos. La lucha hoy no termina, porque perdimos una elección pero no nos han vencido».
Luego, Adolfo Pérez Esquivel, premio Nóbel de la Paz, se dirigió a la multitud presente en la plaza. “Ustedes nos dan mucha esperanza para construir un mundo mejor, defendemos la universidad pública, libre y gratuita, que es una de las grandes conquistas de nuestro pueblo y a la que no vamos a renunciar. Es la defensa del derecho a vivir dignamente”, dijo el dirigente.
Desde la Unión de Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero, también apuntó a las políticas de Javier Milei: «Lo que hay que hacer es cumplir, financiar y aprobar las leyes». Además, agregó que «esta lucha recién comienza» y recordó: «Nosotros ya hicimos un paro general con los sindicatos compañeros docentes». «Queremos garantizar la paz social pero el Gobierno nos la pone difícil», agregó.
Por su parte, Carlos De Feo, Secretario General de CONADU confirmó: «Hoy, somos 800 mil argentinos en esta plaza, y más de un millón en todo el país, que estamos orgullosos de nuestra Universidad Pública».
«La universidad argentina supo, desde hace más de 100 años, luchar junto al pueblo y sus trabajadores. Lo demostró en la Reforma Universidad, con la gratuidad universitaria, también durante la noche de los bastones largos, y dando la vida de miles de estudiantes, docentes y no docentes que lucharon en la noche negra de la dictadura», afirmó el dirigente.
Asimismo, destacó que «hoy esa universidad está en peligro» porque «hay una pandilla de fascinerosos dicen que hay que terminar con el Estado, hay que terminar con la Argentina». «Los universitarios demostramos hoy que vamos a estar con nuestro pueblo dando la lucha no solo por el derecho a la universidad, sino también para que este pueblo tenga el derecho a un futuro mejor. Un futuro de felicidad, de soberanía, con empleo, sin hambre y sin exclusión», agregó.
Oscar Vallejos de CONADU Histórica declaró desde el escenario: «Este gobierno pretende desmantelar la Universidad Pública y todas las agencias públicas que buscan garantizar el bienestar social. Solamente quieren mantener el Estado para garantizar el latrocinio y la represión.»
«Cuántos de los que estamos acá somos o vamos a ser primera generación de profesionales de nuestra familia, gracias a la universidad pública argentina», cuestionó Norberto Heyaca, del sindicato de docentes universitarios FAGDUT, sobre el escenario montado en plaza de Mayo. De este modo, el dirigente destacó la importancia de la educación pública para la movilidad social ascendente.
«La universidad pública no es parte del problema, es parte de la solución», afirmó y remarcó que «estamos aquí porque falta el diálogo que permite que las partes nos pongamos de acuerdo. Estamos aquí para decirles a quienes están en esa casa pintada de Rosa, que hay que dialogar más, hay que entender a los demás. No hay que cerrarse en sus ideas sino empatizar con los demás».